Hermandad de Ntra. Sra. de la Hermosa |
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Septiembre 2009. Fuente de Cantos |
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ALLÁ CADA UNO CON SUS IMPROPERIOS….. PERO A LA DE LA HERMOSA, NI NOMBRARLA.
Luis Sánchez Ortega _____________________
Comenzaba la Semana Santa del actual 2009, y como es habitual en la Playa de la Antilla, las tertulias son un rito entre los que allí pasamos las vacaciones tradicionales; sobre todo las que se desarrollan alrededor del humeante cafetito mañanero y el delicioso aguardiente del Alonso o Zalamea.
Los asistentes ponemos como disculpa para este encuentro diario, que es mejor dejar a nuestras mujeres solas, para que organicen las casas sin estorbo alguno.
Sea como sea, es un placer participar en esas charlas variopintas y poder oír las opiniones –no siempre unánimes y a veces encontradas- de todos los contertulios.
Como no podía ser menos, salieron más de una vez a la palestra las Procesiones semanasanteras, los fastos, las cofradías, los cofrades y todo lo que conlleva la Semana más religiosa de nuestra querida España. Naturalmente, las críticas a los gastos procesionales en tiempos de crisis, encendieron a más de un tertuliano.
También salió a colación la religiosidad fingida de muchos cofrades, que de nazarenos –y algunos descalzos- recorren las calles de su ciudad con cirio en mano y rostros bien escondidos.
Uno de estos colegas de café, nos espetó con voz firme y serena: “Yo tengo algunos amigos que son cofrades y ateos.” A mí me pareció tal aseveración que aquello de ser cofrade y ateo es como jugar en el Barça y ser forofo del Real Madrid o militar en el PSOE y votar por el PP. Un esotérico milagro que raya en el absurdo y lo imposible.
Pero estos casos son verídicos, -continuó sin titubeos- estos amigos míos son muy cofrades y muy ateos. Es más parecen más ateos y cofrades que nadie. Llegando la Semana Santa, se enfundan el capirote o cargan con la imagen de su Cristo, como los más entregados costaleros.
En el fragor de la disputa pude acceder, con temor a ser dilapidado por cualquiera de los que allí nos encontrábamos, a mi censura al respecto. Así me expresé “lo que tenemos que reconocer, es que ser cofrade y ateo no es tan diferente, de que aprovechando que es hora de celebrar la Semana Santa, salgamos pitando a la costa para tirarnos en traje de baño en la arena de cualquier playa, o de convocar a la religiosidad más profunda, para presumir de una buena habitación hotelera.
¡Uf! qué satisfacción sentí, cuando percibí que había casi unanimidad, con mi dictamen al respecto.
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Bueno, pues llega septiembre y Fuente de Cantos se vuelca con los actos y eventos que dan esplendor a los días dedicados a su Virgen de la Hermosa. Es la Semana Santa ofrecida a la Madre más entrañable y querida de los fuentecanteños.
Desconozco si entre los costaleros que sacan a nuestra Patrona de la Ermita y la pasean, se encuentra algún agnóstico, como aquellos del capirote. ¡Allá ellos con sus creencias!.
Si me gustaría meter las manos en el fuego, por los y las componentes de la Hermandad de Nuestra Señora, que la acompañan por nuestras rúas y rincones en la tarde del 8 de septiembre. Sería de una hipocresía intolerable que alguien aprovechase la Procesión para lucir sus físicos y galas.
Es verdad que –reiteradamente- se oyen en bares y calles, exabruptos escatológicos que aluden a Dios y a la Virgen, porque hay personajillos sin entender, que con sus machadas, molestan a muchas personas que tienen cerquita o a su lado.
Nos queda, no obstante, el contento que, cuando se atenta contra la Virgen en Almonte –a ver quién se atreve- no se menciona la palabra Rocío; que en Zaragoza -pobre del que a ella ofenda- no aparece el Pilar; y que en Fuente de Cantos –Dios les libre- no se oyen alusiones a la de la Hermosa. A mi me parece poco, pero algo es algo. Podía seguir enumerando advocaciones marianas; serían interminables e innecesarias. Como muestra bastan las tres expuestas.
A aquellos cofrades y a estos palabreros, debemos rogarle para que no alardeen con sus actitudes y que sientan alguna responsabilidad, cuando ufanamente se manifiestan en público. A casi nadie escandalizan, aunque a muchos nos incomodan.
Los que así no comulgamos –que somos mayoría- no deseamos aguantar tantos improperios. Por eso, porque somos más, porque disfrutamos de esta Semana tan gozosa, vamos a gritar juntos: ¡Viva la Patrona de Fuente de Cantos! ¡Viva la Virgen de la Hermosa! Así, sí.
Hasta siempre amigos.
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