Hermandad de Ntra. Sra. de la Hermosa |
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Septiembre 2009. Fuente de Cantos |
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Carta a la Virgen
A. Gala
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Madrid, 12 de junio de 2009
Querida Virgen de la Hermosa:
Este año, Paco Miranda, me planteó la posibilidad de escribir en tu revista, para mí es un honor, ¡ojalá sepa hacerlo! Ya el año pasado comencé a escribir algunas letras pero… al final, no llegué a terminar esa pequeña aportación para tu revista. Mis anteriores colaboraciones siempre han sido sencillas y breves pero, creo que a la vez entrañables porque siempre hablaba de Ti, Virgen de la Hermosa.
No me equivoco si digo que todos los fuentecanteños guardamos bonitos recuerdos de Ti desde que éramos niños, Virgen de la Hermosa. A Ti acudimos siempre y seguimos haciéndolo, estemos donde estemos, seguros de que siempre nos atenderás. Te veneramos en nuestras oraciones con fe porque eres la Madre de Dios y Madre nuestra.
Madre mía, muchas veces pienso al visitar alguna iglesia… la devoción que tiene tanta gente a la Santísima Virgen. Por pequeña que sea la Iglesia o la Ermita, con cuantas advocaciones te ensalzamos…La Hermosa, Nuestra Señora del Mayor Dolor, Las Angustias, la Granada, La Soledad, Del Rosario, Santa María del Parque, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Virgen de la Varga, La Almudena, María Auxiliadora, La Milagrosa, Virgen del Rocío, La Encarnación, De los Ángeles, La Soledad… y así seguiría nombrando y nombrando y en cada nombre encontramos un significado; y al pronunciarlos sentimos la paz y el consuelo que nos ayuda a sobrellevar todas las inquietudes y desazones que se nos presentan en el día a día.
Estos pensamientos vienen a mí, mientras voy de viaje, y al pasar por distintos pueblos veo a lo lejos las torres de sus Iglesias, unas majestuosas otras pequeñas…y en todas ellas habrá una imagen de la Virgen con un nombre diferente, un altar adornado con esmero por personas que se desviven para que esté todo impecable, igual que hacemos aquí, para Ti, Virgen de la Hermosa.
Otro pensamiento que viene a mi mente es esa tradición tan nuestra y tan bonita de rezar el Rosario. Cómo hace unos años parecía que la devoción, con que antaño se rezaba el Rosario, iba a desaparecer; pero eso no podía ser, se ha recuperado y volvemos a ver como se reza el Rosario en la mayoría de las iglesias (por no decir en todas). ¡Qué alegría da entrar en las iglesias y oír el murmullo del rezo del Rosario que te invita a quedarte un poco más cuando sólo ibas a hacer una visita! ¿A quién no le ha pasado? “¡Qué bien se está aquí!” decimos cuando estamos en algún lugar que nos agrada… pues igual pasa en esos momentos… ¡qué bien se está aquí!, sin prisas, en calma…
Pensando en todo esto, recuerdo como en una iglesia en l que se reza el rosario a diario, una señora mayor, de noventa y tantos años, no falta nunca; a excepción de algún día de crudo invierno, y siempre dice que no puede faltar porque tiene que dar muchas gracias y pedir por sus hijos y nietos.
¡Ojalá todos nos parezcamos un poco a esa señora y nos acerquemos a Ti, Virgen de la Hermosa, con la misma devoción y con amor de hijos a su Madre.
¡Felices Fiestas de la Hermosa! A. Gala
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