La capilla mayor del Santuario de la Virgen de la Hermosa
José Lamilla Prímola __________________
En anteriores ediciones de esta Revista hemos ido describiendo los distintos altares y retablos laterales del Santuario de Nuestra Patrona. En esta ocasión vamos a tratar sobre su Capilla Mayor y lo hacemos con la misma intención que nos ha movido siempre: dar a conocer nuestro patrimonio (pues no se puede querer lo que no se conoce bien), cuidarlo, conservarlo para generaciones futuras y, si llegara el caso, restaurarlo, para impedir su pérdida, tarea ésta en que la actual Junta de Gobierno está muy concienciada.
Elevada, más o menos un metro, sobre el piso de la nave principal, la Capilla Mayor, está formada por el presbiterio, cubierto por una cúpula sobre tambor, y el camarín, también abovedado, en el que se aloja la Virgen.
En el presbiterio destaca el altar, primorosamente tallado en mármol, de una sola pieza, procedente, con toda probabilidad de canteras locales (como el de la Parroquia). Sobre él, el retablo mayor de la ermita, de estilo barroco, confeccionado en talleres llerenenses, a principios del siglo XVIII (1.735?) y donado por el Conde de Montalbán, a la sazón mayordomo de la Hermosa.
Tiene un único cuerpo, apoyado en cuatro ménsulas en cuya parte central sobresale el Sagrario. Está formado por tres calles delimitadas por columnas salomónicas. En las calles laterales, sobre repisas, destacan las figuras de S. Juan Bautista, señalando el Cordero de Dios y la del Arcángel S. Miguel aplastando un dragón, símbolo del mal. Entre estas dos imágenes se abre un profundo camarín donde se expone la Virgen de la Hermosa, titular de la ermita, delicada talla del siglo XVIII, debida, probablemente, a la Roldana, extraordinaria imaginería sevillana, hija del no menos célebre Pedro Roldán, de quién ella había heredado sus magníficas cualidades escultóricas.
Acaba el retablo en un piñón semicircular con las imágenes de San Elías y de San Antonio Abad. El primero, protector de la Orden del Carmelo (el Conde era descendiente de la fundadora del Convento del Carmen) y el segundo, titular de una cofradía muy activa en aquellos años.
En el centro de este semicírculo y bajo el adorno que remata el retablo, podemos contemplar la imagen del Cristo de la Expiración, talla sevillana del s. XVIII, que representa un Crucificado, vivo, de inusual perfección para ser una figura destinada a ocupar un lugar tan alto.
En las pechinas de las que arranca la bóveda, bajo el tambor de la cúpula, destacan dos óleos que representan a S. Agustín y a S. Jerónimo, habiendo desaparecido otros dos gemelos de éstos, que representarían a los otros dos padres de la Iglesia, S. Gregorio Magno y S. Ambrosio.
De igual manera, las paredes laterales están adornadas con ocho grandes óleos, de muy buena factura y de autor o autores desconocidos, seguramente de la escuela sevillana y con toda probabilidad de finales del siglo XVII o principios del XVIII: en el lado de la Epístola, los cuatro Evangelistas y en el lado del Evangelio, cuatro escenas de la vida de la Virgen: La Anunciación, la Coronación de la Virgen, la Visita a su prima Santa Isabel y los Desposorios.
Diremos, para terminar, que en la cara del arco toral que mira a la nave principal, sobresalen otros óleos que representan una Virgen del Carmen, Santa Bárbara, Santa María Magdalena (S. XVII), S. Nicolás de Bari y el Cristo de la Encina del que ya nos ocupamos en esta Revista hace algunos años.
Y aunque no forma parte de la Capilla Mayor, al igual que los cuadros descritos en el párrafo anterior, pero por ser la única pieza de la que no hemos hablado, diremos que el púlpito es una obra excepcional, profusamente adornado con motivos vegetales, con forma de cáliz y pie en trípode que data de la segunda mitad del siglo XVII.
Con este artículo completamos una descripción de todo el Santuario que de una forma sencilla hemos querido ofrecer a los lectores de la Revista que publica la Hermandad de Nuestra Señora de la Hermosa con motivo de sus fiestas patronales.
BIBLIOGRAFÍA: TEJADA VIZUETE, Francisco. “Actas XI Jornada de Historia de Fuente de Cantos.” VALVERDE BELLIDO, Juan Manuel. “Fuente de Cantos, el pueblo de las Espadañas” ANA MARÍA DEL NIÑO JESÚS DE PRAGA. “El Carmelo de Fuente de Cantos (Badajoz). 350 años de historia”
Fuente de Cantos, Julio de 2011.
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