Hermandad de Ntra. Sra. de la Hermosa    

           Septiembre 2011. Fuente de Cantos

 
 

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Las bondades del rosario

 

 

      Desde hace mucho tiempo he sentido deseos de escribir desde esta revista algún pequeño homenaje a Nuestra Madre la Santísima Virgen, pero siempre he dejado pasar el momento pensando que no escribiría nada con suficiente valor literario como para ser publicado. Hoy, por fin, me he decidido, y lo hago pensando que la mayoría de las personas que van a leer esto no van a pensar tanto en literatura como en el mensaje que os quiero transmitir.

 

      Creo que todos los que leemos esta pequeña revista, la mayoría somos hermanos de la Virgen de la Hermosa, conocemos el mensaje que Nuestra Sra. la virgen de Fátima nos dejó, y este mensaje tan importante no era otro que el rezo del Santo Rosario. Precisamente por esto, aunque abreviadamente decimos la Virgen de Fátima, la verdadera advocación es Nuestra Señora del Rosario de Fátima.

 

      Muchos de nosotros tenemos grana fe en la Virgen de Fátima, e incluso nos hemos desplazado hasta en más de una ocasión a su basílica allá en Coba de Iría, pero, ¿Cuántos de nosotros hemos captado el mensaje del rezo del Santo Rosario? No quiero con esta pregunta hurgar en la conciencia de nadie, todo lo contrario, quiero animar a esta práctica tan beneficiosa para los que tenemos fe incluso para los que no la tienen.

 

      Creo recordar que alguien tan extraordinario como fue Juan Pablo II, por algo está camino de los altares, rezaba varios rosarios al día. Seguro que él lo hacía pidiendo la paz del Mundo y pidiendo muchas cosas más buenas para los cristianos y los no cristianos, puesto que siempre fue una persona tolerante que amaba a todos sus hermanos. Pero no quiero hablar hoy de ese maravilloso pontífice, de lo que quiero hablar es de mi experiencia personal con el rezo de esta oración.

 

      Desde hace años, cuando he tenido alguna necesidad importante en cuestiones de salud o de cualquier otra índole, me he aferrado al rosario con todas mis fuerzas y lo he rezado incluso varias veces seguidas, y os puedo asegurar que mis súplicas han sido escuchadas. Ya en la novena a la Virgen de Fátima dice:” los tesoros de gracias que podamos alcanzar a través de la recitación del Santo Rosario”.

 

      Estoy convencida de que  esto es cierto y quiero desde esta publicación animaros a esta práctica tan beneficiosa, y que animéis a todos aquellos que tengan problemas, dificultades, necesidades etc.… que confíen en la Santísima Virgen Nuestra  Madre y practiquen el rezo del Rosario, verán recompensadas con creces sus oraciones.

 

      Quiero también desde aquí pedirle perdón a Nuestra Madre, ya sea de la Hermosa o Fátima, porque como siempre somos egoístas (yo por lo menos) damos menos las gracias de lo que pedimos. Que al igual que me aferro al rezo del Santo Rosario para implorar ayuda y protección, también lo haga para agradecerle favores que me son concedidos.

 

      Os deseo unas felices y entrañables fiestas de Nuestra Patrona y que siempre nos acompañe el rosario y con él María, nuestra Madre.