Recuerdos
Antonio Gala ___________
Este año no quiero dejar de aportar mi granito de arena en la revista de la Virgen. No es fácil empezar pues tengo varios temas sobre los que me gustaría escribir, pero temo no hacerlo como lo pienso. Recuerdo mis años en el colegio, las visitas a la Iglesia para ver a la Virgen, las clases desde donde a media mañana en fila cantábamos para rezar el Ángelus, siendo la Virgen a la que cantábamos y rezábamos. La imagen del Sagrado Corazón se quedó muy grabada en mi, ya que mi madre q.e.p.d, siempre nos inculcó mucho la devoción por Él, pero fue en la Iglesia de la Hermosa donde ya quedaría por siempre conmigo. La " Jornadita" era en otro tiempo muy bonito para mí. La hermana Santísimo y Dulce Nombre ponían el portal de Belén arriba en el camarín de la Virgen delante de Ella. Yo, aunque de las más pequeñas, cantaba también en la "Jornaditas" aquellos villancicos tan bonitos:
"La nieve que va cayendo, va borrando senderos, San José mira a la Virgen y la Virgen mira al cielo".
…Y otros más que siempre recordaré al igual que el patio con su olor a jazmín y tan bien cuidado con tantas flores. Después a lo largo del tiempo el coro de la parroquia, cantaba siempre la Novena de la Virgen con preciosas plegarias y las canciones a dos o tres voces, algunas las seguimos cantando todavía a Nuestra querida Virgen de la Hermosa:
"Mil flores voy tejiendo, por sendas de dolor, pues flores son mis penas, mi penas flores son. Virgen hermosa y pura, no olvidéis mi penar, que es muy feliz la arena cuando la besa el mar".
Fueron tiempos muy felices y queridos. También recuerdo que el día de la Virgen. Todo era más sencillo, pero siempre tan bonito, los pasos, la puja (a pesar de no tener los medios que hay hoy). Después ya fueron pasando los años y todo fue mejorando como es natural. La banda de música por las calles antes de salir la procesión era todo un acontecimiento, esto se ha perdido. Los pasos, ya muy gastados, iban arreglándose poco a poco. Algunas veces antes de salir la procesión había que hacer pequeños arreglos, en esos tiempos era el Maestro Gala el que se ocupaba de ello. Luego "El Tablao" (como le llamábamos) o escenario, el Maestro Gala lo montaba en el Altozano no sin dificultades, ayudado por sus trabajadores y sobrinos, que eran unos pocos ayudantes. Todos disfrutando al máximo y al final todo salía perfecto con sus muchos "parches", gracias al amor a la Virgen que les daba fuerzas en aquellas siestas de tanto calor. Fue un gran colaborador de la Cofradía de la Hermosa. Otro momento que me trae gratos recuerdos, era el sacar las entradas para coger buena fila en la "puja". También tenía su importancia, para él, despedir a los músicos en un bar para tomar un refrigerio y acompañarlos al autobús. Simplemente eran otros tiempos pero sin tanta bulla, ni nombres, ni placas... Creo que pasar desapercibido era más bonito. Hoy casi sin darme cuenta he roto ese anonimato. Todas estas cosas habían pasado en tiempo, y pienso que a la persona a la que dedico estos recuerdos no va a gustarle que lo haya hecho, pero sin pensar me ha salido, ya que no sé si las personas que han formado las Juntas de Gobierno de años anteriores a los que recuerdo, han tenido en cuenta lo que hicieron todos los que formaron la primera Cofradía de la Hermosa. Ya pienso me he alargado un poco, pero también es bonito recordar. Por último, este año cuando llegue la Novena, ojalá hiciéramos recuento del año que hemos pasado y nos propongamos llevar a cabo lo que podíamos haber hecho y se ha quedado en el intento. Que la Virgen nos siga ayudando a todos y tengamos una confianza grande en "ELLA", como madre de Dios que es y Madre nuestra.
FELICES FIESTAS DE LA HERMOSA.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Este artículo se recibió en la redacción de la revista el 28 de julio del presente año, días antes del fatal accidente del querido Antonio, “El Maestro Gala” q.e.p.d.
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